Mary Cassatt.Lilas en una ventana. 1879 |
[...] El impresionismo no fue un movimiento
coherentemente organizado sino una forma de pintar que caracterizó el trabajo
de un reducido grupo de artistas que participaron en alguna de las ocho
exposiciones realizadas por la Société Anonyme Coopérative des Artistes
Peintres, Sculpteurs et Graveurs en París entre 1874 y 1886, conocidas con el
entonces peyorativo calificativo de “impresionistas”. En rigor, este
calificativo solo puede ser aplicado a aquellos pintores que participaron en
alguna de las muestras promovidas por esta société. Únicamente una artista
nacida en Estados Unidos, Mary Cassatt, expuso en cuatro de ellas, celebradas
entre 1879 y 1886; sin embargo, un selecto grupo de pintores norteamericanos
participaron de los rasgos de ese estilo.
Edmund C. Tarbell. Preparing
for the Matinee. 1907
|
En las exposiciones impresionistas se mostró un arte muy
novedoso que no solo gozó del apoyo crítico y del éxito entre los
coleccionistas, sino que prendió en artistas de muchos países, desde Noruega
(Frits Thaulow) hasta España y desde Rusia a Estados Unidos. El estilo
impresionista, que surgió como oposición a los dictados de los salones
oficiales, se apoya tanto en una técnica como en la elección de unos temas. La
técnica consistía (grosso modo) en un intento de plasmar las impresiones
visuales de la luz por medio de pinceladas sueltas y colores puros que
permitían una ejecución tan rápida que se calificaba de espontánea e
instantánea. Por su parte, los temas se centran en dos asuntos: los paisajes
tomados directamente al aire libre y la representación de la vida moderna
glosada por Charles Baudelaire en sus artículos: escenas del mundo burgués y el
ajetreo de la gran ciudad.
Estas técnicas y estos temas fueron bien asimilados por
un reducido grupo de pintores innovadores y cosmopolitas de Estados Unidos,
quienes viajaron a París para conocer de primera mano el nuevo estilo. Se
reconocen en sus cuadros la libertad de la pincelada, el dominio del color, los
mismos tipos de escenas, incluso con personajes vestidos a la moda que posan en
idénticas posturas desenfadadas (Edmund C. Tarbell) y los mismos tipos de
paisajes soleados con el horizonte alto y las amapolas rojas sobre tupidos
fondos verdes, de manera que podríamos confundir las playas de Shinnecock, en
Long Island, pintadas por William Chase, con la costa de Normandía.
John Leslie Breck. Study of
an Autumn Day. 1891
|
En general, en este grupo de pintores estadounidenses se
aprecia una gran calidad técnica, tanto en los encuadres decididamente modernos
y en la composición de escenas como en el dominio del color y de los contrastes
de luz, lo que permite calificarlos de impresionistas, pero, excepto Whistler,
no aportaron nada nuevo ni a la técnica ni a la temática de los impresionistas,
antes bien mostraron una sumisión rayana con el plagio, como se aprecia en la
serie de 12 pinturas de John Leslie Breck con respecto a los Almiares de Claude
Monet. Mientras que la visión de uno de estos cuadros del maestro francés
permitió a Kandinsky en Moscú intuir qué será la pintura moderna, Breck no pasa
de reproducir pueriles copias cuyo mimetismo manifiesta la incomprensión de la
verdadera modernidad que encerraba la pintura de Monet. [...]
Font: Javier Maderuelo.
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