Retrato de
Louis XIV. Rigaud Hyacinthe
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El Duque de Saint-Simon, memorialista de Versalles, escribe sobre Luis
XIV: "Con un almanaque y un reloj, se podía decir, a trescientas leguas de
aquí, lo que estaría haciendo". La jornada de un Rey está calculada con
extrema precisión para que los oficiales al servicio del monarca puedan
planificar su trabajo con la mayor exactitud. Desde que se levanta hasta que se
acuesta, el Rey sigue un programa estricto como la vida de la Corte, regulado
como un reloj.
Las mañanas del Rey:
7h30-8h. "Sire, ya es la hora", el primer ayuda de cámara
despierta al Rey. Comienza el Petit Lever. Médicos, amigos íntimos y
algunos favoritos penetran sucesivamente en la habitación del Rey. Éste es
lavado, peinado y afeitado (un día de cada dos). Los oficiales de la habitación
y del guardarropa entran a su vez para el Grand
Lever durante
el cual el Rey es vestido y desayuna un caldo. Los personajes más importantes
del reino son los que tienen acceso para observar este ceremonial. Se calcula
en aproximadamente cien el número habitual de asistentes, todos hombres.
10h. Al salir el Rey de su aposento se forma una procesión en la Galería de los Espejos. Es el momento en que el gentío apiñado al paso del cortejo puede ver por fin al monarca. Algunos pueden hablarle brevemente o entregarle una nota. El Rey se instala en la tribuna de la Capilla Real para asistir a la misa, que dura unos treinta minutos. El coro de la "Capilla Musical", famoso en toda Europa, canta cada día una obra nueva compuesta por Lully, Delalande y muchos otros.
11h. De vuelta a su aposento, el Rey celebra el consejo en su gabinete. Los domingos y los miércoles, se celebra el Consejo de Estado o Alto Consejo, los martes y sábados se dedican al Consejo Real de las Finanzas, y por último, los lunes, jueves y viernes un Consejo de Estado suplementario puede sustituir a un Consejo de los Despachos (asuntos internos) o a un Consejo de Consciencia (asuntos religiosos). Cinco o seis ministros trabajan con el monarca, que habla poco, escucha mucho y siempre decide en último lugar.
13h. En su cámara, el Rey come solo sentado a una mesa situada frente a las ventanas. Esta comida es en principio privada, pero Luis XIV suele admitir a todos los hombres de la Corte, en general, aquellos presentes en el Lever.
10h. Al salir el Rey de su aposento se forma una procesión en la Galería de los Espejos. Es el momento en que el gentío apiñado al paso del cortejo puede ver por fin al monarca. Algunos pueden hablarle brevemente o entregarle una nota. El Rey se instala en la tribuna de la Capilla Real para asistir a la misa, que dura unos treinta minutos. El coro de la "Capilla Musical", famoso en toda Europa, canta cada día una obra nueva compuesta por Lully, Delalande y muchos otros.
11h. De vuelta a su aposento, el Rey celebra el consejo en su gabinete. Los domingos y los miércoles, se celebra el Consejo de Estado o Alto Consejo, los martes y sábados se dedican al Consejo Real de las Finanzas, y por último, los lunes, jueves y viernes un Consejo de Estado suplementario puede sustituir a un Consejo de los Despachos (asuntos internos) o a un Consejo de Consciencia (asuntos religiosos). Cinco o seis ministros trabajan con el monarca, que habla poco, escucha mucho y siempre decide en último lugar.
13h. En su cámara, el Rey come solo sentado a una mesa situada frente a las ventanas. Esta comida es en principio privada, pero Luis XIV suele admitir a todos los hombres de la Corte, en general, aquellos presentes en el Lever.
Sus tardes:
14h. Por la mañana, el Rey ya ha dado sus órdenes anunciando su
intención. Si se trata de un paseo, éste se hará por los jardines a pie o en
calesa. Si su elección recae en la caza, el deporte favorito de todos los
Borbones, ésta tendrá lugar en el parque si el Rey caza a pie, o en los bosques
de los alrededores si caza a caballo.
Las veladas:
22h El gentío se precipita a la antecámara del aposento del Rey para
asistir a la Cena del Gran Cubierto. El Rey se sienta a la mesa,
rodeado de los miembros de la familia real. Una vez terminada la comida, el
monarca atraviesa su cámara y se dirige al salón para saludar a las damas de la
corte. Luego, se retira a su gabinete para charlar libremente con su familia y
algunos allegados.
23h30 El Coucher, ritual público en el que el Rey se retira a su cámara, es una versión abreviada de la ceremonia del Lever.
23h30 El Coucher, ritual público en el que el Rey se retira a su cámara, es una versión abreviada de la ceremonia del Lever.
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