Courbet. Autoretrat |
Dades
generals. L’enterrament
a Ornans va ser pintat per Gustave Courbet entre els anys 1849 i 1850. És un
oli sobre llenç de grans dimensions (3,15 x 6,68). D’estil realista, mostra una
escena quotidiana. Es troba al Musée d’Orsay, a París.
Descripció de la tècnica i anàlisi formal. El pintor utilitza una gamma cromàtica molt
reduïda. El predomini dels tons negres i marronosos només es trencat pel blanc
(dels clergues i dels escolanets, del gos, de les còfies de les dones...) i pel
vermell (de les togues i birrets dels macers). La llum de la tela es real, una
llum tènue de l’alba que es filtra entre la boira i els núvols i que dóna
corporeïtat a les figures.
Els homes i les dones estan disposats
horitzontalment sense cap tipus de jerarquia, formant una espècie de fris. L’únic
element que trenca la homogeneïtat del grup és la creu que s’alça a la banda
esquerra. Al fons, la línia de les muntanyes del Jura tanca la composició i fa
de contrapunt a la verticalitat dels personatges.
El quadre presenta diversos focus d’atenció:
el capellà, el grup de les ploracossos, l’home que s’eixuga les llàgrimes..
És d’estil realista perquè el pintor
representa la realitat sense idealitzar-la; l’enquadrament és casual, com d’instantània
fotogràfica i la mort es representa com un fet quotidià i trivial.
Tema, funció i significat. El tema representat és un enterrament al poble natal del
pintor, Ornans. Els personatges que hi apareixen són tots veïns del poble que el
pintor va fer posar per a ell. Com era típic a l’època els homes es situen a
la part esquerra i les dones a la dreta, separats. Els homes van vestits de
negre i porten un barret de copa alta. Les dones porten còfies blanques i
caputxes negres, la majoria d’elles ploren amb un mocador a la ma.
A
partir de les dades dels arxius, els historiadors han pogut posar nom a una gran
part dels personatges representats: a
l’extrem esquerre, darrere dels portadors, hi ha un dels avis de Courbet. Dels
quatre portadors, un era músic, altre un propietari rural, un altre sabater i
el quart un agricultor. El portador de la creu era viticultor. Els dos homes amb
túniques vermelles són els portadors de les maces, insígnies que es porten en
determinades solemnitats, de la processó. L'enterramorts era Anthony Joseph
Cassard, fill d'un sabater. En el grup dels homes: un jutge, l'alcalde d'Ornans
(Prosper Teste), un comerciant ric i un advocat, amic de Courbet. Al fons es
troben dos amics de la infància del pintor. En el grup de dones hi ha
representada la família de Courbet: la seva mare, tres de les seves germanes i
una cosina.
El
quadre va ser presentat al Saló de l’any 1850 i va ser fortament criticat
perquè no és considerava correcte representar en un quadre d’unes mides tan
enormes un tema tan quotidià com un enterrament. Els grans formats s’havien
de reservar per a les escenes mitològiques, històriques i religioses. A
l'Exposició Universal de Paris de 1855 van rebutjar L’enterrament, aleshores Courbet va decidir obrir la seva pròpia
exposició, el seu propi pavelló, just al davant, que va anomenar «Pavelló del
Realisme». Naixia així oficialment el realisme.
Bibliografia:
DIVERSOS AUTORS.:Història de l’art.
Barcelona, Ed. Vicens Vives, 2010.
DIVERSOS AUTORS.:Visualart.
Barcelona, Ed. Vicens Vives, 2006.
MEDINA, PEDRO.:Història de l’art.
Barcelona, Columna, 1999.
http://www.musee-orsay.fr/es/colecciones/resena-courbet/biografia.html (una pàgina web molt interessant)
TM
***
Biografía de Courbet
Fue en Ornans, pequeña
ciudad situada en el corazón del Franco-Condado, que Gustave Courbet viene al
mundo en 1819. Era el mayor y único hijo varón de una familia de cuatro niños;
una familia unida y acomodada, gracias al importante patrimonio rural de su padre.
Durante toda su vida,
Courbet demostró el afecto que sentía por los suyos, a los que realizó
numerosos retratos, a veces en medio de los personajes de sus grandes
composiciones. Ese mismo vínculo le une a su región natal, que le sirve de
decorado para muchos de sus cuadros. A lo largo de su vida, Courbet viaja a
Saintonge, cuna de su amigo Castagnary, o a Normandía con el pintor americano
Whistler, o también a Montpellier invitado por Bruyas, amigo y mecenas, pero
siempre regresa al Franco-Condado.
Con una
"inquebrantable confianza en sí mismo y una indomable tenacidad" (Castagnary),
Courbet se lanza a una carrera artística prolífica que se articula entorno a
cuatro periodos clave.
Los años de juventud (1833-1848)
Los años de juventud (1833-1848)
Courbet tiene veinte
años cuando llega a París para matricularse en la facultad de Derecho, pero muy
pronto el joven se desvía de esta dirección y prefiere acudir a los talleres de
Steuben y de Suisse. Copia a los maestros del Louvre, a Rembrandt, Hals,
Rubens, Caravaggio o Ticiano y en la "galería española" de Luis
Felipe, descubre a Velázquez o a Zurbarán, al que también admiraba Manet. Entre
sus compatriotas, Courbet admira a Géricault y a Delacroix, dos maestros
románticos que utilizaron los grandes formatos para pintar episodios de la
historia contemporánea.
Más allá de las
influencias de los maestros del pasado y de los románticos, ya afirma la
ambición de desempeñar un protagonismo fundamental en la historia del arte a
través de una pintura cada vez más personal y sincera.
"ya que Realismo hay..." (1848-1855)
"ya que Realismo hay..." (1848-1855)
En 1848, Courbet, que
hasta la fecha había hecho pocas exposiciones en el Salón, puede por fin
presentar unos diez lienzos, beneficiándose de ahora en adelante de un
reconocimiento público, confirmado al año siguiente con la compra por el Estado
de Una sobremesa en Ornans (Lille,
museo de Bellas Artes).
Con otras obras, sin
embargo, Courbet se enfrenta a la incomprensión y provoca el escándalo, como
ocurrirá con Un entierro en Ornans en
el Salón de 1850-1851. En esta segunda mitad del siglo XIX, conforme a la
tradición académica, los cuadros de gran formato están reservados a temas
históricos, bíblicos, mitológicos o alegóricos. Courbet maltrata esta
convención pintando un mundo familiar, doméstico, en grandes lienzos. El título
original de la obra, Cuadro histórico de
un entierro en Ornans, es emblemático.
Durante este periodo,
Courbet tiene un encuentro decisivo para el futuro de su carrera: Alfred Bruyas
(1821-1877), un rico coleccionista, natural de Montpellier, compra Las bañistas. A partir de entonces, se
convierte en un verdadero mecenas para el artista, que puede de este modo,
vivir de su pintura con total independencia. El reconocimiento también viene
del extranjero. A partir de 1854, en Berlín y en Viena, se disputan el honor de
mostrar a Courbet.
Este periodo llega a su
apogeo con en El taller del pintor (1854-1855),
verdadero cuadro-manifiesto en el que Courbet reivindica sus opciones
artísticas y políticas. Courbet da, además, a esta obra de cerca de cuatro
metros por seis el subtítulo evocador de Alegoría real de siete años de mi vida artística y moral.
El jurado del Salón de
1855 acepta más de diez cuadros de Courbet, pero rechaza su Taller, debido al tamaño del cuadro.
Esta decisión incita a Courbet a organizar una exposición particular, al margen
de la Exposición Universal, en un recinto edificado a su costa y que nombra el
"Pabellón del Realismo".
Los años fastos (1856-1870)
Los años fastos (1856-1870)
Courbet expone con
regularidad en el Salón, los encargos afluyen. Su abundante producción se
desarrolla en torno a temáticas diversas: escenas de caza, paisajes, bodegones
florales. Pero, agitador por naturaleza, el artista atrae de nuevo el escándalo
con El regreso de la conferencia (1863,
obra desaparecida, sin duda adquirida por algún contemporáneo indignado, con la
intención de destruirla) que muestra a eclesiásticos ebrios y divagando por un
camino rural. El lienzo fue rechazado en el Salón de 1863 "por ultraje a
la moral religiosa". ¡Incluso se le prohibirá la entrada en el Salón de los
Rechazados!
Al año siguiente, Venus
y Psique (obra desaparecida) fue también rechazada en el Salón por
"indecencia". Fue durante este mismo periodo que Courbet pintó su
obra más provocadora, El Origen del Mundo
(1866), encargo privado que permaneció durante un tiempo inédita para el
público.
Con motivo de la
Exposición Universal celebrada en París en 1867, Courbet expone esta vez nueve lienzos
en el Salón. Este reconocimiento no le impide, sin embargo, organizar de nuevo
una exposición personal en un edificio construido en la plaza del Alma, donde
el público puede contemplar cerca de ciento cuarenta de sus obras.
Durante el verano de
1869, Courbet se establece en Etretat, donde crea, sobre todo, El mar tormentoso y El acantilado de Etretat después de la tormenta. En el Salón de
1870, ambos cuadros fueron acogidos con unánimes alabanzas y la reputación de
Courbet queda a partir de entonces sólidamente afianzada.
Courbet y la Comuna (1870-1871)
Courbet y la Comuna (1870-1871)
Tras la caída del
Segundo Imperio, Courbet es elegido Presidente de la Federación de artistas.
Mientras que París sufre el sitio de los ejércitos prusianos y que muchos huyen
de la capital, Courbet permanece en la ciudad. Él, que ya había seguido con interés
los acontecimientos revolucionarios de 1848, guarda sin duda en la mente el
recuerdo de su abuelo, revolucionario "sans-culotte" en 1789.
En abril de 1871, la
comisión ejecutiva de la Comuna de París le encarga reabrir los museos
parisinos y organizar el Salón. Electo del Consejo de la Comuna, Gustave
Courbet, sin embargo, no es guardia nacional y no participa en los combates.
Detenido el 7 de junio, en septiembre el pintor fue condenado a seis meses de
cárcel y a una multa de 500 francos, a los que se añadieron 6850 francos de
gastos procesales. La sentencia es más bien clemente, comparada con las penas
de muerte y de deportación que afectan a otros partidarios de la Comuna... pero
tan solo es el comienzo de sus problemas judiciales.
Tiempos difíciles (1871-1877)
Tiempos difíciles (1871-1877)
La demolición, el 16 de
mayo de 1871, de la columna Vendôme, erigida por Napoleón I, y convertida en
símbolo del Primer y Segundo Imperio, había sido votada por la Comuna el 12 de
abril de 1871, o sea, cuatro días antes de la elección de Courbet. Pero el
artista había tenido la imprudencia de lanzar en septiembre de 1870 una
petición en la que reclamaba al gobierno de la Defensa nacional que le
autorizaran "quitar de en medio" la columna. En 1873, tras un nuevo
proceso, Courbet fue juzgado responsable y se le condena a abonar los gastos de
reconstrucción de la columna, que alcanzaban los 323.091 francos. Courbet
pierde gran parte de su fortuna y decide instalarse en Suiza, temiendo ser de nuevo
encarcelado. Durante su exilio, el Estado embarga sus bienes, vigila a sus
amigos y a su familia. La inestabilidad política de los primeros años de la III
República no es muy favorable a los antiguos partidarios de la Comuna.
Pese a la benevolente
acogida que tiene en Suiza, Courbet se hunde en este exilio: se pierde en el
alcohol y tan solo produce en muy raras ocasiones obras dignas de su talento.
Los problemas de dinero y los trámites procesales se convierten en una
obsesión. Muere el 31 de diciembre de 1877 en la Tour-de-Peilz, pocos días
después de la dispersión de su taller en una subasta pública.
Posteridad
Posteridad
"Mira la sombra en
la nieve, me dijo Courbet, lo azul que está". Esta observación del pintor,
relatada por Castagnary, abre la vía a los ensayos impresionistas sobre las
sombras coloreadas.
Sus pinturas de paisaje
entusiasman especialmente a Cézanne: "Su gran aportación" afirma a
propósito de Courbet "es la introducción lírica de la naturaleza, del olor
de las hojas mojadas, de las paredes musgosas del bosque, en la pintura del
siglo XIX [...]. ¡Y la nieve; ha pintado la nieve como nadie!".
Edouard Manet (1832-1883)
no disimula su deuda con Courbet. Al igual que este, atrae el escándalo y los
sarcasmos. El desayuno en la hierba fue
rechazado en el Salón de 1863, y posteriormente abucheado en el Salón de los
Rechazados. La Olympia, provocadora
"odalisca con vientre amarillo" del Salón de 1865, focaliza la
animosidad del público. Por su voluntad de liberarse de las reglas académicas,
Manet prolonga el camino marcado por Courbet.
James McNeill Whistler
(1834-1903), alumno de Courbet, entabla con este una relación de amistad.
Joanna Hiffernan, llamada Jo la Irlandesa, amante del artista americano, fue
además la presunta modelo del Origen del
Mundo (1866).
Podria destacar-se també la influència dels naturalistes (especialment de Caravaggio i Velázquez) en l'obra de Courbet, dels quals va aprendre molt mentre es formava copiant les seves obres.
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