30 de set. 2012

Palladio. Biografía


Andrea di Pietro della Gondola nació en Padua el 30 de noviembre de 1508. De niño trabajó como aprendiz con el maestro cantero Bartolomeo Cavazza y en 1524 se trasladó a Vicenza, al moderno taller de cantería de los «maestros di Pedemuro». Entre 1524 y 1540, su vida cambió totalmente: estableció contacto con artistas como Valerio Belli y con el gran humanista y erudito Giangiorgio Trissino, que se convirtió en su mentor y mecenas. Fue éste el que le dio el apelativo de Palladio, una evocación al mundo clásico y a Palas Atenea, la diosa de la Sabiduría.

A lo largo de las dos décadas siguientes visitó Roma hasta en cinco ocasiones, donde estudió las grandes construcciones de la arquitectura antigua y ejemplos contemporáneos de Rafael, Bramante y Peruzzi. Su primer viaje data de 1541 y el último, de 1554, y todos ellos le marcaron profundamente. En Roma, Palladio aprendió a dominar la escala de dimensiones que iba a distinguir sus obras.

Absorbiendo la experiencia romana desde su particular visión personal y combinándola con la tradición y la práctica locales, inició su programa para modernizar la arquitectura urbana y rural de los aristócratas vicentinos. Así, adoptó elementos inspirados en los modelos romanos, como la situación de columnas y ventanas a intervalos regulares, en el palacio Porto (1542) y el palacio Chiericati (1550), por ejemplo.

Por otra parte, el gran atractivo y la viabilidad económica de las villas rurales llevaron a Palladio a adoptar un nuevo enfoque para la planificación y el diseño de las residencias rústicas, que unía las dependencias domésticas y las dedicadas a las labores agrícolas, y trataba todos los elementos de la villa como objetos de diseño arquitectónico.

Palladio. Basílica de Vicenza
La década de 1540 termina para Palladio con el importante encargo de remodelar el edificio gótico del Palazzo della Ragione de Vicenza, que envuelve con una logia de piedra blanca en la que la elegancia rítmica y la interpretación de la luz y del espacio se combinan para crear una noble proclama civil: a partir de entonces, sería conocido como «la Basílica», en alusión a los edificios de la antigua Roma donde se negociaba y se hablaba de política. Finaliza así su periodo ecléctico, marcado por la evolución de su lenguaje y la experimentación constante, y empieza a trabajar para las poderosas familias de Venecia.

A la muerte de su mentor Giangiorgio Trissino en 1550, Palladio se acercó a otro distinguido intelectual, Daniele Barbaro (1513-1570), eclesiástico y miembro del rico patriciado veneciano. Éste lo invitó a ilustrar su nueva traducción comentada (1556) de los Diez libros de arquitectura de Vitruvio; y, junto con su hermano Marcantonio (1518-1595), político y diplomático, le encargó la reconstrucción de la villa Barbaro en Maser a principios de la década. La villa Barbaro está considerada una de las mejores obras de Palladio, con interiores decorados al fresco por el Veronés, y representa ese nuevo tipo de villa-granja con el edificio residencial flanqueado por las dependencias agrícolas y los palomares.

Palladio. Il Redentore. Venecia
El contacto de Palladio con los hermanos Barbaro en la década de 1550 le reportó nuevos mecenas y numerosos encargos eclesiásticos en Venecia, en los que pudo aplicar soluciones arquitectónicas innovadoras: reconstruyó la fachada de San Francesco della Vigna, diseñó el refectorio y la iglesia de San Giorgio Maggiore (1565) y, años más tarde, Il Redentore en la Giudecca (1577).

La relación de Palladio con sus mecenas venecianos y vicentinos continuó hasta el final de su trayectoria profesional. En Venecia intervino en grandes proyectos no materializados, como sus propuestas para el nuevo puente de Rialto (después de 1566) o para un nuevo Palazzo Ducale tras el incendio de 1577, y aplicó a las villas y palacios las soluciones constructivas de sus proyectos eclesiásticos venecianos.

Palladio. Villa Barbaro
También siguieron influyendo en su obra las lecciones aprendidas del estudio de las obras de la antigua Roma, decisivas para su nuevo lenguaje en la arquitectura civil. Su minucioso análisis de termas y templos romanos inspiró los proyectos del Palazzo Barbarano de Vicenza (1568/9-75) y el Tempietto de Maser (1580). Otra de las cimas del arquitecto fruto de las investigaciones que llevó a cabo durante las décadas anteriores es la iglesia del Redentore. En la fachada, la estructura de los espacios internos se proyecta sobre un solo plano con una lucidez sin precedentes.

En su último gran proyecto, el Teatro Olímpico de Vicenza (1580), Palladio se basó en la descripción vitruviana del teatro romano y en la reconstrucción del teatro de Verona. El arquitecto falleció cinco meses después de iniciar las obras, en agosto de 1580, siendo consciente de que había conseguido crear un nuevo lenguaje arquitectónico: «Estoy seguro de que me considerarán muy afortunado […] por haber conocido a caballeros de tan noble y generosa mente y excelente juicio, que han escuchado mis razonamientos y han abandonado la anticuada forma de construir sin gracia ni belleza».

Font: La caixa. Obra social


14 de set. 2012

Vidas de Santos. Javier Bilbao

Maestro de Astorga (atribuida). Pedro Mártir

[…] Es costumbre representar a los mártires junto con el objeto con el que fueron torturados o asesinados (tal como ocurre con el propio Jesús) y un ejemplo de ello es Pedro Mártir. Como si de un personaje de película de terror se tratase, suele ser representado con su característica hacha en la cabeza. Nació en Verona a finales del siglo XII, era un niño muy estudioso y devoto e ingresó en la Orden de los Predicadores de los dominicos, posteriormente sería nombrado Inquisidor de Lombardía y alcanzaría gran renombre por sus discursos. Hasta que en una conspiración, cátaros y gibelinos le tendieron una emboscada durante un viaje y murió -como el lector sospechará- mediante un hachazo en la cabeza. Al recibirlo su reacción fue ponerse a rezar. Viendo que se le agotaban las fuerzas, mojó un dedo en su propia sangre y escribió antes de morir: “credo”. Debido a la manera en que fue asesinado y —en línea con este peculiar humor negro que indicábamos— los fieles acostumbran a invocarlo cuando sufren jaquecas.

Michelangelo. San Bartolome
De manera similar, San Clemente suele aparecer representado junto a un ancla, pues a una se le ató para a continuación lanzarlo al mar y convertirse así en el patrón de los marineros. Estos tienen también como patrón a San Erasmo, torturado con clavos bajo las uñas y finalmente muerto -según posterior invención popular- debido a que le sacaron los intestinos con un cabrestante de barco.

Un nivel de crueldad similar mostraron los torturadores de San Blas, quienes le arrancaron la piel a tiras usando peines de hierro de cardador y posteriormente decapitaron. Final muy parecido al de San Bartolomé, despellejado con un cuchillo, que pasó a ser su atributo. Un santo patrón de… adivínenlo. Curtidores, peleteros y fabricantes de guantes.

Otro caso digno de mención fue el de San Dionisio; se convirtió en el siglo III en Obispo de París hasta que, como era costumbre en el Imperio Romano, fue capturado y sometido a toda clase de tormentos. Fue flagelado, atado con pesadas cadenas, le echaron fieras para que lo devorasen e incluso fue puesto en una parrilla. Pero estaba hecho de tal pasta que nada de eso fue suficiente, hasta que finalmente murió decapitado. […]

Mantegna. San Sebastián
Santa Dorotea, mártir bajo el emperador Diocleciano, se negó como tantos otros a realizar sacrificios a los dioses y por ello sufrió toda clase de golpes y maltratos que ella decía sentir como “caricias de pluma de pavo real”. A continuación, mientras era conducida hacia su decapitación, dijo a las multitudes que se disponía a ir a un lugar donde no existe el invierno ni la nieve. Un joven se burló pidiéndole entonces que le enviara un cesto de flores y frutas y ella, naturalmente, aceptó el reto. El invierno siguiente el joven recibió en su casa un cesto con lo que había pedido, entonces se convirtió y también murió mártir. Fue San Teófilo.[…]

No puede faltar en un recorrido de este tipo San Sebastián. Soldado del Imperio Romano nacido en la Galia, tras su conversión al cristianismo ayudó a otros correligionarios que se encontraban en las cárceles. Cuando fue apresado se le condenó a ser atado a una columna, donde fue acribillado a flechazos, de los que no obstante sobrevivió. Hasta que finalmente fue apaleado y arrojado a la Cloaca Máxima de Roma. […]

Fernando del Rincón. San Cosme y San Damián
San Andrés era un palestino del siglo I que murió supuestamente en una cruz en forma de aspa. O al menos así lo dictó la tradición posterior, la conocida como Cruz de San Andrés, presente en la Unión Jack británica y en la Ikurriña. Por su parte, los hermanos San Cosme y San Damián vivieron en Siria entre el siglo III y IV, son dos santos médicos que deben invocarse si uno padece peste, inflamaciones de glándulas o moquillo y cuya particularidad no está tanto en los tormentos que sufrieron (lo típico: potros de tortura, lapidaciones…) ni en su muerte (decapitados, como de costumbre) sino en sus métodos de sanación, que incluyeron un pionero trasplante de pierna a un presbítero. Lo curioso del caso es que le pusieron la pierna negra de un etíope, siendo él blanco. [...]

Font: Jotdown. Vidas ejemplares de santos (contiene escenas gore). Javier Bilbao

9 de set. 2012

Constable. La esclusa. Suzana Mihalic


El autor: John Constable (1776-1837). Es uno de los más grandes paisajistas del siglo XIX. Como la de su contemporáneo J. M. W. Turner (1775-1851), su obra sigue vigente en todo el mundo. Tras lidiar cinco años contra la oposición de su futuro suegro, se casó con Maria Bicknell en 1816. Tuvieron siete hijos. Solo la tuberculosis de ella ensombreció lo felices que fueron. Consagrado antes fuera de Gran Bretaña, en 1829 fue finalmente elegido miembro de la Academia Real. Pero ese año murió Maria y él cayó en una depresión de la que ya no se recuperó. Murió en 1837.

La obra: joya del paisajismo británico. La esclusa pertenece a una serie de seis pinturas de grandes dimensiones a la que también pertenece The Hay Wain, que hoy puede verse en la National Gallery de Londres. Terminada en 1824, es la única de la serie en manos de un particular. Y desde que fue adquirida al artista solo se revendió una vez: en 1990 y su precio alcanzó los 10,8 millones de libras, convirtiéndolo ya entonces en el cuadro británico más caro jamás vendido.

La preparación: bocetos a tamaño real. Constable tenía el hábito de trabajar al aire libre. Desarrolló un estilo único que combina numerosos estudios y bocetos objetivos de la naturaleza con una visión profundamente personal del campo alrededor de su casa natal. Muchos de los bocetos eran al óleo a tamaño real, ejecutados para estudiar los efectos de masas de luz y color. El boceto de La esclusa se encuentra actualmente en el Museo de Arte de Filadelfia.

Constable. The Hay Wain
La pincelada: gran variedad. Para pintar las nubes, Constable utilizaba pinceladas rotas, habitualmente logradas con movimientos cortos, que le permitían dispersarlas sobre sus pasajes ligeros, creando una impresión de luz brillante que envuelve todo el entorno. Para lograr una representación real del agua en movimiento con sus tan característicos reflejos, el pintor daba pequeños toques de empastes de óleo en blanco, imitando así la espuma de las aguas inquietas del río.

El cielo: entre el arte y la ciencia. Dos años antes de terminar el cuadro, el artista pintó reiteradamente estudios en óleo de nubes, inspirado por la clasificación de las nubes presentada por el científico y meteorólogo Luke Howard. Casi como una obsesión, llegó a pintar hasta 50 bocetos en un verano. En el reverso anotaba las condiciones atmosféricas, la hora del día y la dirección y velocidad del viento, empeñado en dar a sus cielos una connotación más real.

Constable. Cloud Study
El formato: de vertical a horizontal. Inicialmente el formato de este cuadro era vertical, pero finalmente el autor abrió la composición hacia los lados y lo transformó en horizontal, tal como es su versión definitiva. Investigaciones con rayos X han demostrado que el cuadro fue retocado. Concretamente, el personaje que maneja la esclusa para permitir que el barco ingrese tenía los brazos levantados, como ocurre en versiones anteriores de esta obra.

El tema: un entorno muy familiar. La pintura muestra la esclusa del molino de Flatford en el río Stour en Suffolk, su condado natal, situado al este de Inglaterra. En vida del artista, Suffolk se convirtió en protagonista de muchas de sus pinturas, ya que Constable conocía muy bien el río debido a que su padre había trabajado como molinero. Incluso hoy en día es posible identificar algunos de los lugares retratados por el artista en sus más emblemáticos paisajes.

La esclusa, de Constable. Se subastó el 3 de julio de 2012 en la sede londinense de Christie's. Un comprador anónimo pagó 20 millones de libras. Antes podía verse en el Museo Thyssen de Madrid.