14 de set. 2012

Vidas de Santos. Javier Bilbao

Maestro de Astorga (atribuida). Pedro Mártir

[…] Es costumbre representar a los mártires junto con el objeto con el que fueron torturados o asesinados (tal como ocurre con el propio Jesús) y un ejemplo de ello es Pedro Mártir. Como si de un personaje de película de terror se tratase, suele ser representado con su característica hacha en la cabeza. Nació en Verona a finales del siglo XII, era un niño muy estudioso y devoto e ingresó en la Orden de los Predicadores de los dominicos, posteriormente sería nombrado Inquisidor de Lombardía y alcanzaría gran renombre por sus discursos. Hasta que en una conspiración, cátaros y gibelinos le tendieron una emboscada durante un viaje y murió -como el lector sospechará- mediante un hachazo en la cabeza. Al recibirlo su reacción fue ponerse a rezar. Viendo que se le agotaban las fuerzas, mojó un dedo en su propia sangre y escribió antes de morir: “credo”. Debido a la manera en que fue asesinado y —en línea con este peculiar humor negro que indicábamos— los fieles acostumbran a invocarlo cuando sufren jaquecas.

Michelangelo. San Bartolome
De manera similar, San Clemente suele aparecer representado junto a un ancla, pues a una se le ató para a continuación lanzarlo al mar y convertirse así en el patrón de los marineros. Estos tienen también como patrón a San Erasmo, torturado con clavos bajo las uñas y finalmente muerto -según posterior invención popular- debido a que le sacaron los intestinos con un cabrestante de barco.

Un nivel de crueldad similar mostraron los torturadores de San Blas, quienes le arrancaron la piel a tiras usando peines de hierro de cardador y posteriormente decapitaron. Final muy parecido al de San Bartolomé, despellejado con un cuchillo, que pasó a ser su atributo. Un santo patrón de… adivínenlo. Curtidores, peleteros y fabricantes de guantes.

Otro caso digno de mención fue el de San Dionisio; se convirtió en el siglo III en Obispo de París hasta que, como era costumbre en el Imperio Romano, fue capturado y sometido a toda clase de tormentos. Fue flagelado, atado con pesadas cadenas, le echaron fieras para que lo devorasen e incluso fue puesto en una parrilla. Pero estaba hecho de tal pasta que nada de eso fue suficiente, hasta que finalmente murió decapitado. […]

Mantegna. San Sebastián
Santa Dorotea, mártir bajo el emperador Diocleciano, se negó como tantos otros a realizar sacrificios a los dioses y por ello sufrió toda clase de golpes y maltratos que ella decía sentir como “caricias de pluma de pavo real”. A continuación, mientras era conducida hacia su decapitación, dijo a las multitudes que se disponía a ir a un lugar donde no existe el invierno ni la nieve. Un joven se burló pidiéndole entonces que le enviara un cesto de flores y frutas y ella, naturalmente, aceptó el reto. El invierno siguiente el joven recibió en su casa un cesto con lo que había pedido, entonces se convirtió y también murió mártir. Fue San Teófilo.[…]

No puede faltar en un recorrido de este tipo San Sebastián. Soldado del Imperio Romano nacido en la Galia, tras su conversión al cristianismo ayudó a otros correligionarios que se encontraban en las cárceles. Cuando fue apresado se le condenó a ser atado a una columna, donde fue acribillado a flechazos, de los que no obstante sobrevivió. Hasta que finalmente fue apaleado y arrojado a la Cloaca Máxima de Roma. […]

Fernando del Rincón. San Cosme y San Damián
San Andrés era un palestino del siglo I que murió supuestamente en una cruz en forma de aspa. O al menos así lo dictó la tradición posterior, la conocida como Cruz de San Andrés, presente en la Unión Jack británica y en la Ikurriña. Por su parte, los hermanos San Cosme y San Damián vivieron en Siria entre el siglo III y IV, son dos santos médicos que deben invocarse si uno padece peste, inflamaciones de glándulas o moquillo y cuya particularidad no está tanto en los tormentos que sufrieron (lo típico: potros de tortura, lapidaciones…) ni en su muerte (decapitados, como de costumbre) sino en sus métodos de sanación, que incluyeron un pionero trasplante de pierna a un presbítero. Lo curioso del caso es que le pusieron la pierna negra de un etíope, siendo él blanco. [...]

Font: Jotdown. Vidas ejemplares de santos (contiene escenas gore). Javier Bilbao

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